Paseo nocturno

Cantidad de envíos : 9 Fecha de inscripción : 04/03/2009

En el infinito que hace unas escasas horas se entintaba en celeste una gran cantidad de luceros acompañaban a la gallarda madre luna que, como era costumbre, alumbraba la faz de la Tierra a la que correspondiera ver su luz. Alejada completamente de todo, intentaba hundirse en su ensimismamiento y lograr reflexionar sobre sus actos ¿Cómo era que había llegado hasta ahí? ¿Eran buenas las decisiones que estaba tomando?

Internándose en el frondoso bosque de altos árboles, rebosante de vida y lo más importante: libertad. Algunos animales nocturnos comienzan con sus andanzas, otros más parecen buscar refugio para pasar la noche. No muy lejos se perciben los aullidos de cazadores nocturnos como lo son los lobos...probablemente daban su ubicación o era una mera cuestión de marcar territorio para los extraños. El aire estaba cargado del natural aroma desprendido por los árboles, tornándolo exquisitamente agradable para cualquier ente que hubiera decidido pasear esa misma noche...igualmente estaba inundado por todos los sonidos que podía ofrecer la fauna silvestre del bosque.

Estando abstraída se dejó guiar de manera inconsiente hasta la orilla de un lago, donde la tierra era bañada por el agua. Su calzado se enterró un poco en aquella superficie más suave que el resto del bosque, así que retrocedió unos pasos hasta lograr apoyar la espalda en el tronco de un árbol y lograr con toda comodidad sin perder el equilibrio, retirar sus botas negras y dejarlas a un lado, igualmente se quitó sus medias y las dejó en el interior de sus botas. Ya desprovista de su calzado se acercó una vez más a la orilla del lago para que las cristalinas aguas acariciaran la nívea piel de sus pies. Alzó la mirada hacia el infinito negro buscando inmediatamente la luna

-¿Y ya cuánto tiempo transcurrió? ¿Esta vez...nos permitirán ser felices?-

Inquirió para cualquier ente que acertara a pasar por esos parajes en ese momento. Sus carnosos labios se vieron asaltados por una sonrisa completamente inconsiente mientras la luna bañaba su figura con aquel argénteo resplandor tan característico de dicho astro...y la sonrisa se desvaneció tan pronto como llegó, y un suave sollozo se unió al resto de los sonidos del bosque, perdiéndose entre ellos de manera tan natural que hasta causaba pena. Una suave brisa meció su larga cabellera pelirroja que ondeó conforme a la voluntad de esta, parecía incluso como si su melena fuese una extensión más del viento y se meció al mismo compás. Su rostro parecía ahora más relajado, mientras aquella brisa durara decidió limitarse a disfrutar la etérea caricia y olvidar lo demás.

Tema: Re: Paseo nocturno Mar Mar 10, 2009 2:04 am

^{-Sus pasos le llevaban por la senda del recuerdo, sus manos reconocían cada textura a su paso, los árboles, las rocas, las hojas, el sonido del viento cuando pasa ráudo por entre las ramas de los árboles gigantes y parece que te arrastra sin remedio, ése susurro que acaricia tu rostro y recorre tus oídos, como si te contara un secreto en un lenguaje que no comprendes y aún así sonríes, porque eres su confidente. Sin nombre seguía vagando a todo lo largo y ancho del bosque sin reparar en destinos, sólo dejaba que el gran flujo le midiera los pasos; De pronto algo familiar llegó a sus oídos, luego a su olfato, sí, no podía estar equivocado, era ése aroma exquisito del agua de aquel lago en medio de ése universo verde y multiformas, sonrió de manera insonciente y se dirigió en la dirección que sus sentidos le indicaran con un agil salto trepo por el tronco, las ramas y por último las copas de uno de aquellos árboles enormes, se dejó bendecir por el viento como si le diera la bienvenida y entonces de una manera silenciosa, pasiva y ágil inició su recorrido saltando de copa en copa de cada árbol que se ponía en su ruta, hace tanto tiempo que no hacia algo así, se sentía como pequeño con algun divertido juego nuevo, de pronto, en uno de los saltos y sabiendo que estaba cerca a su destino, se dejó ir en el aire como si fuese una hoja más, sonriendo con jovialidad y de una manera tan notoria como nadie vería, sus ropas se movían como olas al claro de luna, cada pliegue era diferente, único, una historia inconclusa que trasciende tras el velo gris del mundo.

Sin nombre suspiró profundamente llenandose los pulmones de vida, energía y vitalidad, entonces suavemente tocó suelo con su pie derecho, la puntita de los dedos rozaron la húmeda y delicada tierra a las orillas del lago como si fueren de seda y el más minimo disturbio perturbaran su belleza sempiterna, luego dejó su otro pie en tierra y quedó allí, de pie, aguardando en silencio a que la noche y sus secretos compartieran sus historias con aquellos que saben escucharles atentos, cautivando su atención y haciendose cómplices de sus maravillas.

Recordaba la inmensidad de aquel sitio, era casi tan grande el oceano mismo, en las mañanas de verano sus orillas son de perla y plata, brillando a la distancia como una solitario flama celeste que se precipita por el firmamento hasta extinguirse, apenas iniciaba la buena primavera y pronto el lago revozaría en peces, los animales vendrían por su provición de liquido, será maravilloso poder estar allí simplemente jugando a ser uno más con todo ello.

Aokitama no yuusha...

Sus palabras se interrumpieron al escuchar un murmullo, no muy lejos de allí pero apenas tan comprensible que parecía la voz del viento mismo, sin embargo al indagar un poco más pudo comprobar que era alguien, no algo, una mujer seguramente, inconfundible escencia, sin embargo era casi doloroso percibirla, algo triste le surcaba la mente, el alma y el corazón... un sollozo, eso era todo. Sin nombre se mantuvo a distancia, no se tomó el tiempo de ocultarse ni pasar inadvertido, sólo quedose allí mismo y si algo más debiera pasar que así sea.

"No es común que alguien llegue a estos parajes... aunque los tiempos cambian y puede que ahora no sea tan desconocido como solía serlo; Qué clase de tormento le aqueja como para sentir tan profundo vacío... -Suspiró, procurando meditar y apaciguar sus propias indagaciones.-... el recuerdo es una carga dificil de llevar."

-Concluyó en su fuero interno, volviendo en sí y ahora continuó su rezo con un hilillo de voz, imperceptible y cauto sin dejar de atender la presencia femenina que allí se encontraba.}

Cantidad de envíos : 9 Fecha de inscripción : 04/03/2009

La brisa continuó moviendo su pelirroja cabellera hasta que hubo cesado...las largas hebras rojas que danzaban al compás del viento cayeron sobre su espalda y hombros. Sobre su cabeza asomaban un par de felinas orejas negras, las cuales movió graciosamente hacia atrás y adelante repetidamente como si estuvieran siguiendo el movimiento de algo...o alguien. Ciertamente su sentido del oído estaba bien desarrollado, así que escuchó llegar a alguien viajero que también acertó a deambular por aquellos parajes. Ella se volvió hacia él, permitiéndole apreciar un padecimiento en la fémina, poco usual por cierto: heterocromia. Su iris izquierdo era verde esmeralda, mientras que el derecho obedecía al carmesí

-Llegué...no sé cómo-

Fue su primer respuesta ante el planteamiento de aquel joven. Una larga y afelpada cola negra comenzó a asomarse por encima de su falda, removiendo un poco la pretina para evitar aquella presión. Ahora se movía con total libertad y parecía obedecer su propia voluntad, como si dicha extremidad fuese independiente de su dueña, quien por cierto, permanecía de pie observando unos instantes más a su nuevo acompañante

-El dolor que me aqueja es el peso de mi propio sueño...de mi propio deseo-.

Esa fue la respuesta que bisbisó la joven quien al momento de articular la primer palabra dirigida a su acompañante, ladeó un poco su torso hacia él al igual que su rostro para observar las orbes del joven mientras hablaba, pues para ella era una costumbre observar al ente -o persona- a los ojos mientras mantenían una conversación.

Tema: Re: Paseo nocturno Miér Mar 11, 2009 11:09 am

^{Su mente meditaba sobre de pensamientos del pasado y el presente, revivía memorias a cada momento que pasaba en aquel sitio tan familiar, la noche se hacía en lo alto, la Luna Llena resplandecía un dslumbrante color plata iluminando todo cuanto había, el inmenso lago parecía adquirir nuevas dimenciones bajo el singular faro.
Guardó silencio un momento mientras determinaba cada detalle que podía desde su condición, luego respondió a la voz femenina con tono amable, pasivo y de una manera casi proverbial.

Resultamos ser presa de nuestras propias metas, por sencillas que sean...

Luego de esto giró su cuerpo en dirección a la voz que respondía ante sus palabras, inclinó un poco su rostro ante la mujer que en ése momento pudo notar sus ojos cerrados y sin leve intensión de abrirlos, aunque por alguna razón mujer no era propiamente una denominación que la pudiera describir correctamente, algo había en su esencia que variaba de alguien del común, sin reparar demasiado en ello, luego de la modesta reverencia giró de nuevo su cuerpo hacia el lago, como si aguardara por algo; entretanto con el viento haciendo transito por doquier, remeciendo las ramas de los árboles gigantes, las hojas levitando sin rumbo fijo, el largo cabello negro de Sin nombre delataba las ondas invisibles que formaba la brisa, su Hakama también ondeaba ante el viento extendiendose a plenitud por ello.

El hado le ha traído aquí y ahora por alguna razón más allá del entendimiento; Le doy la bienvenida a este el espacio de todos, Envinyatar, el lago que renueva.

Sin nombre, con el cuerpo hacia el centro del lago, alzó el rostro recibiendo la bienaventura de la briza y con una sigilosa sonrisa se preparaba para recibir lo que aquella noche sería dado a todos quienes lo quisieran.

¿Acaso no parece un pedacillo de océano como perdido en medio de un bosque sempiterno?

Inquirió, amablemente, a sí mismo y a la joven que estaba con él haciendole ver como una divagación, como si interpelara a algo que no se ve y aguardara por la respuesta.}

Cantidad de envíos : 9 Fecha de inscripción : 04/03/2009

Una nueva sonrisa asomó sobre sus carnosos labios al escuchar las palabras de quien ahora fuese su acompañante quien por cierto, bien sabía no se trataba de un humano común...pero guardó silencio para no parecer mal educada

-Agradesco la bienvenida, y parece ser que mis pies o la voluntad del viento me trajeron aquí-

Fueron las palabras que articuló mientras acomodaba un travieso mechón de cabello que parecía empecinado en colocarse frente a su orbe izquierda e impedir su visión con este. Levantó la diestra y sujetó aquellas hebras para apartarlas de su rango de visión. Habiendo hecho esto dejó reposar su brazo sobre el respectivo costado y a aquella traviesa cola que se agitaba en el aire, parecía sumársele una segunda e incluso, una tercer cola. Y el trío de felinas extremidades danzaban alegremente obedeciendo su propia voluntad...su ama parecía ignorar este hecho

-Parece un enorme espejo de plata donde el cielo se refleja...si me permite decirlo. En el mar no se observa tal calma, y este lago posee su propia belleza digna de competir con las feroces olas-

Esa fue su respuesta a la consulta que hiciera su acompañante. Por unos minutos una nube se atravesó frente a la luna, opacando momentáneamente la pálida luz blanca que se proyectaba sobre la tierra. Durante esos momentos la oscuridad pareció reinar, sin embargo sus orbes parecían resplandecer como si tuviesen un brillo propio, o como si fueran espejos que reflejaban la luz de la luna que quedó atrapada desde el momento en que empezó a contemplarla. Extrañamente, era su orbe izquierda la que más brillaba

-Como quiera que haya sido, agradesco que así lo hiciera-

Sonrió de manera socarrona, una sonrisa casi perversa pero que era muy común en ella. Era su manera de "expresar" que se sentía bien o que estaba agusto y no podía evitarlo, tanto así que incluso un suave ronroneo se le escapaba entre los labios para fundirse con la basta cantidad de sonidos del bosque.

Tema: Re: Paseo nocturno Jue Mar 12, 2009 5:06 pm

^{Se le veía con un aclara seña de comodidad en el rostro, era nuevos tiempos luego de un largo letargo, todo parecía nuevo y sin embargo no se perdía el aire familiar con cada ápice de todo cuanto veía, la mujer que le acompaña se nota y percibe a pesar de sus cuitados, tranquila, es como si permaneciera en una inquietante armonía, engañosa hasta para ella misma.

Ahh... sí, sí, el ancho mar y sus indómitas marejadas, no puedo negar que tiene razón, el mar ofrece una visión indescriptible si se le compara con este modesto lugar, sin embargo no en todos los mares se podría experimentar lo que aquí se logra y de eso doy fé a pies juntillas.

Se dejó a la sensación del viento que enternece y arrulla con su canto de cuna y sus palabras desconocidas que se sienten como calan en lo profundo, removiendo todo eso que llevamos dentro, así podía sentirse Sin nombre en ése preciso momento, mientras de nuevo el lago quedaba bajo el manto reluciente de la luna gracias a las nubes que solemnemente dieron paso a su fulgor. Así, de pronto, del lago un pequeño disturbio nacido de su centro hizo perder su incolúme aspecto, el bosque parecía responder a ése estimulo con una excitación que se podía respirarse en el aire cargado de energía y pureza, ahora ésa luz plateada estimulaba la visión de quien fuera testigo con su aspecto trémulo. Poco a poco el bosque fue quedando en silencio, haciendo la antesala para lo que al parecer aguardaba; En ese espacio de tiempo Sin nombre no dijo palabra alguna hasta que de pronto se pronunció:

Nunca había escuchado a alguien ronronear, admitiré que la vibración y el compáz son exquisitos... y no soy al único que le agrada, por favor... sea usted misma, su sensibilidad le dará una comprensión diferente a los demás seres que han sido testigos, confío que lo disfrutará.

No explicó más sobre el asunto y entonces fue cuando empezó el lago, desde sus adentros, a producir sonidos armónicos acompañados de una luminiscencia sutil de tonos fríos, en aquél momento ya decenas de animales, grandes y chicos de toda especie se habían reunido entorno al lugar, se podían ver en las ramas de los árboles a los que podían volar, en el suelo, cerca a los troncos e inclusive en las orillas del lago a todo ser de naturaleza terrenal especie tras especie dejaban sus labores por un momento para atender el llamado del lugar sagrado. Sin nombre, descalzo como estaba acercó sus pies hasta el agua, humedeciendoles, para luego detenerse allí mismo, aguardando al parecer, siempre con su postura dirigida al centro del lago, de donde los sonidos y aquella hermosa luz emergen.}

Cantidad de envíos : 9 Fecha de inscripción : 04/03/2009

Se giró un poco sobre su propio eje hata quedar de perfil frente a su acompañante, observándolo unos breves instantes como si hubiese reconocido algo extrañamente familiar, más luego volvió su vista hacia su alrededor, sorprendida no por la cantidad de animales reunidos; después de todo es un bosque y hay muchos seres habitando en él. Lo que le sorprendía era el hecho de que olvidasen, aunque sea esos breves instantes, sus instintos de supervivencia más básicos

-Creo que lo disfrutaré bastante.

Respondió suavemente mientras regresaba a su posción inicial, atreviéndose a dar un paso más hacia adelante hasta que el agua del lago lograra alcanzar sus doloridos tobillos. Hasta ese momento en que se relajó y cesó su andar, notó que le dolían...pero ignoró el dolor para concentrarse en la hermosa vista regalada para ellos. Movió sus orejas hacia atrás y adelante, percibiendo hasta el más mínimo sonido que proveniera del lago, sonidos que le agradaron tanto que, incluso volvió a ronronear por el poco usual placer auditivo que le causaban, sin embargo se vio forzada a cerrar sus párpados en torno a sus orbes.

-Agradesco haber venido hasta aquí el día de hoy.

Bisbisó amablemente, mientras entrelazaba los dedos de sus manos a la altura del vientre, sonriendo de manera más amplia...más plena. Disfrutaba mucho ese instante y no se preocupó porque lo notara. Aquellos armoniosos compases lograron lo que ella había estado buscando cuando comenzó su andar

-De haber sabido que este lugar es tan hermoso, hubiera venido antes.

Tema: Re: Paseo nocturno Jue Mar 19, 2009 3:13 am

^{Era la primera noche para conmemorar el equinoccio venidero, un ritual de 4 veladas donde los seres místicos del bosque congeniaban con aquellos de naturaleza salvaje, incluso con extraños de ciertas características poco menos que nobles. Cada armonioso sonido naciente en la hondonada del lago poco a poco se transformaba en un cántico, un coro de tonos graves y agudos que se hacía más vigoroso mientras más tiempo transcurría, incluso podía distinguirse de entre sus voces un acorde femenino que adhería la más dulce tonalidad en medio de aquellos trinos, parecía seguir una letra en un idioma incomprensible que conmovía hasta los huesos a quien pudiera percibirle. Alrededor de todo el lago los animales parecían de plácemes tomando puesto cómodamente unos al lado de los otros, el bosque mismo parecía callar todo murmullo sólo para dejar fluir por doquier la indescriptiblemente bella sinfonía.

Sin nombre sonreía plenamente mientras pasaba el tiempo, la música conciliaba ondas en el aire que mecían cuanta forma se dejara dirigir por su rítmica celestial; De pronto pequeñas esferas surgieron del lago, como un estallido lumínico que desprendía cientos y cientos de pequeños cúmulos incandescentes de colores dorado y plata, recorrían todo el espacio sobre y alrededor de él, se movían entre cada ser, cada objeto y acompasaban con sutiles vibraciones la sinfonía principal. Parecían poseer consciencia propia, cada cual ejercía un papel único en este magnífico suceso que poco a poco se revelaba ante aquel público.}

» Paseo en la Alameda.
» -. Catedral Abandonada .-